TEXTOS DE EJEMPLO CON ROBOTO EN LAS SIGUIENTE SECCIONES

UN TEMPLO CON LAZOS AFECTIVOS

Un templo en el “territorio” de los afectos

La Basílica destaca por su relevancia histórica; por su importancia artística singular en Madrid y en España; por su relevancia cultural, sobre todo en el ámbito de la Música Sacra y por su tradición de ayuda a las personas más necesitadas. 

Por ello, el proyecto de la Basílica se expresa como un proyecto espiritual, cultural y social que trata de aportar luz en la oscuridad, grandeza ante la fragilidad y esperanza ante el desánimo y el desconsuelo. 

Miles de parejas han celebrado en ella su Matrimonio y muchas parejas más han participado en los cursos prematrimoniales. 

Cada año se celebra el sacramento de la Confirmación y cientos de niños han hecho la Primera Comunión. Hasta el año 2022 se han celebrado bautizos, con la venia de los párrocos de Santa María la Real de la Almudena, con sede en la Cripta de la Catedral.

Todavía hay personas que frecuentan la Basílica y que recibieron los sacramentos de la iniciación cristiana en la época en que atendían el templo los Padres Redentoristas.

Además, la Hermandad de Los Estudiantes, que tiene su sede canónica en la Basílica, tiene a su alrededor cerca de mil familias que están muy unidas a la Basílica con lazos afectivos y que la experimentan como su hogar. Viven en diversos lugares de la capital o en otros municipios de la Comunidad de Madrid. La Hermandad es una gran familia que reúne muchas familias. Físicamente, en momentos especiales y siempre muy unidos en el Corazón del Señor y en la Comunión de la Iglesia.

Una instrucción del Dicasterio para el Clero

En julio de 2020, el Dicasterio para el Clero publicó una Instrucción sobre “La conversión pastoral de la comunidad parroquial al servicio de la misión evangelizadora de la Iglesia”.

 Después de hacer hincapié en la conversión pastoral (n. 3) y reafirmar la importancia de la parroquia en el contexto contemporáneo (nn. 6-7), hace notar que “la configuración territorial de la parroquia, sin embargo, hoy está llamada a confrontarse con una característica peculiar del mundo contemporáneo, en el cual la creciente movilidad ha dilatado los confines de la existencia” (n. 8). 

Citando a San Juan Pablo II, la Instrucción reafirma el valor de la parroquia hoy “como organismo indispensable de primera importancia en las estructuras visibles de la Iglesia”, y se apoya igualmente en Benedicto XVI y el Papa Francisco (n.12). 

En el n. 14 aporta un interesante contraste al afirmar que “habiendo dejado de ser, como en el pasado, el lugar primario de reunión y de sociabilidad, la parroquia está llamada a encontrar otras modalidades de cercanía y de proximidad respecto a las formas habituales de vida”

En consonancia con los nn. 8 a 11 y n. 14, al comienzo del capítulo IV, dedicada a “La Misión, criterio guía para la renovación”, se afirma (n.16): 

“En las transformaciones en curso, la parroquia algunas veces, a pesar de su generoso esfuerzo, no consigue responder adecuadamente a muchas de las expectativas de los fieles, especialmente si se consideran los múltiples tipos de comunidad existentes[18]. Es verdad que una característica de la parroquia es su radicación allí donde cada uno vive cotidianamente. Sin embargo, especialmente hoy, el territorio ya no es solo un espacio geográficamente delimitado, sino el contexto donde cada uno desarrolla su propia vida, conformada por relaciones, servicio recíproco y antiguas tradiciones. Es en este “territorio existencial” donde se juega por completo el desafío de la Iglesia en medio de la comunidad. Parece superada, por tanto, una pastoral que mantiene el campo de acción exclusivamente dentro de los límites territoriales de la parroquia, cuando a menudo son precisamente los parroquianos quienes ya no comprenden esta modalidad, que parece marcada por la nostalgia del pasado, más que inspirada en la audacia por el futuro[19]. Por otra parte, es bueno precisar que, en el ámbito canónico, el principio territorial permanece plenamente vigente, cuando así lo exige el derecho[20]. 

La Instrucción se publicó en plena pandemia. Todas hemos de contribuir en esta tarea sinceramente y bajo la acción del Espíritu Santo. La Basílica Pontificia de San Miguel, al no ser parroquia desde 1892, su vida y su historia está anclada en “territorios” y lazos afectivos.